La gasolinera del Soto vuelve a ser un tema de conflicto en Móstoles
Las obras para la instalación de una nueva gasolinera en el barrio de El Soto han reanudado su curso a pesar de la oposición de los vecinos, quienes han solicitado a la Fiscalía que paralice de forma cautelar los trabajos debido a presuntas irregularidades en su tramitación.
El 28 de enero, las primeras máquinas y excavadoras comenzaron a trabajar en los terrenos donde se construirá la gasolinera, ubicados en la confluencia entre la Avenida Íker Casillas y la calle Benito Pérez Galdós, justo frente al Parque Finca Liana. La medida generó un fuerte rechazo entre los residentes de la zona, quienes llevan casi dos años luchando contra el proyecto debido a su proximidad a bloques de viviendas, colegios y espacios públicos. Además, la cercanía de la estación de servicio con el parque y el nuevo centro de Educación Especial también ha aumentado las preocupaciones. La instalación de la gasolinera ha sido cuestionada por diversas asociaciones ecologistas, que alertan sobre el posible impacto negativo para la salud y el medio ambiente.
Poco después del inicio de las obras, la Policía Municipal intervino para detener los trabajos, al constatar que aún no se había firmado el acta de replanteo. El Ayuntamiento aclaró que la paralización no fue ordenada por un Juzgado ni por la Fiscalía, sino que se trató de una medida administrativa preventiva. Sin embargo, esta intervención generó algo de esperanza entre los opositores al proyecto, que confiaban en que el avance de la gasolinera podría frenarse.
A pesar de la paralización inicial, el 1 de marzo las obras fueron reanudadas, lo que causó un nuevo descontento entre los vecinos y miembros de la plataforma ‘No a la gasolinera del Soto’. Según Teresa Herráiz, miembro de la plataforma, ese día se talaron más de 15 árboles en la zona, lo que llevó a la Policía Municipal a regresar al lugar. En declaraciones a Noticias para Municipios, Herráiz explicó que los agentes acudieron al terreno para identificar a los operarios, quienes fueron obligados a abandonar el recinto temporalmente.
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento confirmaron que los agentes municipales se personaron en las obras para verificar que todos los permisos estuvieran en orden. «Desde el Consistorio se está realizando una supervisión constante y exhaustiva para que se dé cumplimiento a la normativa vigente, en este caso en el ámbito urbanístico», indicaron estas fuentes. Tras confirmar que la documentación estaba correcta, las obras se reanudaron y continúan con normalidad.
No obstante, la reanudación de los trabajos ha reavivado las demandas de los vecinos y grupos ecologistas, quienes piden que la Fiscalía intervenga para paralizar las obras. Según Noticias para Municipios, los opositores al proyecto afirman que existen presuntas irregularidades en su tramitación que podrían constituir delitos relacionados con la ordenación del territorio y la prevaricación. En abril de 2024, la plataforma de vecinos ya había denunciado este asunto ante la Fiscalía, alegando la posible comisión de ilícitos penales. En octubre de ese mismo año, la Fiscalía inició una investigación sobre estos posibles delitos.
Aunque la Fiscalía aún no ha emitido una resolución definitiva, los vecinos han insistido en que se actúe de manera inmediata para evitar que la gasolinera se construya. «Hemos mantenido un discreto segundo plano para no entorpecer la labor de la Fiscalía, pero llegados a este punto necesitamos que se active cuanto antes la paralización cautelar de las obras», subrayó Herráiz. La vecina también destacó que es fundamental que la opinión pública apoye su causa para evitar que los intereses de unos pocos afecten la salud de los residentes.
El conflicto sobre la instalación de esta gasolinera sigue siendo un tema muy controvertido en el municipio. La decisión final recae ahora en la Fiscalía, que está investigando las presuntas irregularidades y deberá determinar si procede la paralización de las obras o si el proyecto sigue adelante conforme a la normativa vigente.