Cruz Roja impulsa en verano un campamento para menores en seguimiento educativo

En plena primera quincena de julio, Cruz Roja desarrolla un campamento de verano dirigido a menores de entre 3 y 12 años como parte de su intervención anual con infancia. Las actividades, que comenzaron el 23 de junio —un día después del fin del curso escolar—, continuarán hasta el próximo 11 de julio con programación diaria.

La iniciativa se integra dentro del proyecto de Centro de Día Infantil y se ha organizado a partir de la experiencia del curso 2024/2025, que tuvo lugar en el CEIP Joan Miró. De las 35 plazas disponibles, 30 se han reservado a los niños y niñas que participaron en el proyecto durante el curso, y 5 a menores alojados temporalmente en el hotel Checkin La Princesa en el marco del programa de Refugiados.

Tres días por semana, lunes, miércoles y viernes, el grupo se desplaza hasta la piscina de Villafontana. Allí, además del baño libre, se desarrollan concursos y juegos por equipos. Los martes y jueves, la actividad se concentra en las instalaciones de la asamblea, donde se combinan dinámicas deportivas, talleres creativos como papiroflexia y pulseras, y momentos de relajación a través de sesiones de yoga infantil.

A los menores les atrae el ambiente distendido y el enfoque lúdico. «A mí me encanta venir al campamento porque estoy con mis amigos y jugamos todo el tiempo. Nos lo pasamos muy bien, sobre todo en la piscina», señala uno de los participantes.

Los responsables del campamento son tres profesionales y un grupo de voluntarios del proyecto, que ya han acompañado al mismo grupo durante el curso. Esa continuidad es clave para generar vínculos. “La verdad es que yo también disfruto mucho con estas actividades. Son niños y niñas con los que hemos trabajado todos estos meses del curso y ahora les toca divertirse”, explica María, una de las voluntarias. “Se nota que se quieren y que están muy a gusto. Se abrazan, se ríen, se cuentan sus ocurrencias”.

Más allá del tiempo de ocio, la organización también destaca el valor que este tipo de recursos supone para las familias. Además del componente educativo, ofrece una alternativa durante las semanas inmediatamente posteriores al cierre de los centros escolares, facilitando que padres y madres puedan reorganizarse al inicio del verano.

Desde la entidad recuerdan que este tipo de campamentos se lleva realizando desde hace años y que la intención es mantenerlo como una línea fija de continuidad tras el curso escolar.