El centro de exámenes de la DGT del municipio acumula tres meses de lista de espera para el carnet de conducir

El centro de exámenes de la Dirección General de Tráfico ubicado en el municipio concentra alrededor del 80% de las pruebas prácticas que se realizan en la Comunidad de Madrid. En la actualidad, este volumen ha generado una lista de espera que puede alcanzar hasta los tres meses, afectando a miles de aspirantes al permiso de conducir. La situación se ve agravada por el inicio de la temporada de verano, periodo en el que suele incrementarse la demanda.

La Asociación Provincial de Autoescuelas de Madrid (Apamad), en declaraciones recogidas por el diario Móstoles Hoy, atribuye esta saturación a la caída del número de examinadores y a las limitaciones impuestas por la normativa europea. «Estamos examinando a un 11% de nuestra capacidad real», advierte el presidente de Apamad. Además, señala que en los últimos años se ha pasado de contar con 103 funcionarios a solo 74. A ello se suma la reducción del número máximo de pruebas diarias que puede realizar cada examinador, que ha pasado de 16 a 13.

Esta doble limitación está provocando que se realicen entre 500 y 600 exámenes prácticos menos al día respecto a años anteriores. Una reducción que incrementa la espera para los aspirantes y que también afecta a quienes suspenden y necesitan repetir la prueba. Según datos de las autoescuelas, en torno al 70% de los alumnos no superan el examen práctico a la primera, lo que implica reiniciar el proceso de solicitud y volver a entrar en la lista de espera.

Como consecuencia, algunas personas han optado por trasladar su expediente a otras comunidades autónomas en busca de fechas más próximas, evitando así tener que alargar el proceso durante meses. El retraso también puede obligar a los aspirantes a tomar clases adicionales para no perder la destreza adquirida, lo que supone un mayor desembolso económico.

Sacarse el carnet de conducir en la región implica una inversión media que oscila entre los 800 y los 1.500 euros. Cada clase práctica, dependiendo del centro, ronda los 30 euros. Esta cifra puede incrementarse si el aspirante necesita prolongar su formación mientras espera una nueva convocatoria.

La Asociación de Autoescuelas insiste en la necesidad de adoptar medidas que alivien la carga del centro examinador situado en Móstoles, como la contratación de más personal o el aumento de los recursos destinados al proceso. De momento, el problema persiste y sigue afectando de forma directa a un gran número de personas que buscan obtener el permiso de conducir en Madrid.